lunes, 25 de octubre de 2021

Carroñeo, reciclaje y descomposición

(Ciencias de Joseleg)(Biología) (Ecología) (La comunidad) (Introducción) (Generalidades) (Competencia interespecífica) (Relación depredador-presa) (Tácticas de los depredadores) (Tácticas de las presas) (La simbiosis) (Carroñeo) (Modelo matemático) (Estructura) (Interacciones indirectas) (Gremios y especies clave) (Biodiversidad) (Medición de la biodiversidad) (Sucesiones ecológicas) (Referencias bibliográficas)

 

  En nuestro modelo tenemos que la especie A sirve como fuente de alimento para la especie B, pero no se genera un daño en la especie A por parte de la especie B porque la especie A ya estaba muerta. Si la especie B hace algo para acelerar la muerte estaríamos hablando de un depredador oportunista.

¿Depredador o carroñero?, mucho se ha debatido sobre qué tipo de relaciones entablaba T. rex, en lo personal es una pregunta improcedente, ya que todos los grandes depredadores son ambos, depredador y carroñero, debido a que su tamaño les permite robar las presas de otros. De hecho, es muy probable que antes de que estos animales alcancen su madurez tengan que sobrevivir como cazadores intermedios, pero una vez alcanzaran cierto tamaño simplemente se dedicaran a oler la carroña con su poderoso olfato y luego intimidaran a los depredadores intermedios, menos poderosos físicamente. Esta táctica es mucho menos costosa energéticamente para un depredador de nivel superior, ya que intimidar es menos riesgoso que matar.

Figura 51.  ¿Depredador o carroñero?, mucho se ha debatido sobre qué tipo de relaciones entablaba T. rex, en lo personal es una pregunta improcedente, ya que todos los grandes depredadores son ambos, depredador y carroñero, debido a que su tamaño les permite robar las presas de otros. De hecho, es muy probable que antes de que estos animales alcancen su madurez tengan que sobrevivir como cazadores intermedios, pero una vez alcanzaran cierto tamaño simplemente se dedicaran a oler la carroña con su poderoso olfato y luego intimidaran a los depredadores intermedios, menos poderosos físicamente. Esta táctica es mucho menos costosa energéticamente para un depredador de nivel superior, ya que intimidar es menos riesgoso que matar.

Entender los patrones y procesos de la estructura de un ecosistema es uno de los principales problemas de la ecología. Los gremios de carroñeros o recicladores, sean estos vertebrados, microbios, artrópodos y hongos juegan un rol esencial en el mantenimiento de los ecosistemas, permitiendo su retorno al inicio de los ciclos biogeoquímicos, ellos permiten que los nutrientes que han llegado a la sima de las redes o pirámides tróficas retornen a la base. El problema es que los gremios de carroñeros al interior de las comunidades ecológicas no reciben tanta atención como otros seres vivos caracterizados por otros tipos de relaciones ecológicas, como los depredadores ápex. Sin embargo el carroñeo es uno de los fenómenos más comunes, tanto al interior de las comunidades de vertebrados como de invertebrados y microorganismos (Díaz-Castelazo et al., 2010; Olson, Beasley, DeVault, & Rhodes, 2012; Selva & Fortuna, 2007).

El recurso que necesitan los carroñeros son cuerpos muertos, por lo que requieren los medios para encontrar los cadáveres, llegar rápidamente allí, y esperar hasta que alguien se muera. En un ecosistema encontrar eso no es tan sencillo, por eso para los vertebrados la especialización en el carroñeo no es una estrategia tan común. Esto provoca dos consecuencias claras, la primera es que el comportamiento carroñero se convierte en un hábito oportunista que puede ser llevado a cabo por los propios depredadores, especialmente aquellos de nivel superior, y el segundo, es que los carroñeros obligados son un fenómeno raro que requiere de ciertas adaptaciones muy puntuales (Díaz-Castelazo et al., 2010; Olson et al., 2012; Selva & Fortuna, 2007).

Estamos acostumbrados a admirar a los depredadores de nivel superior como criaturas nobles que luchan por existencia mediante el acto de la cacería, sin embargo, debemos tener en cuenta que mucha de la biomasa que consumen estos animales la obtienen por carroñeo, o por competencia directa e intimidación de depredadores inferiores, para luego alimentarse de la carroña que estos dejaron. Así podemos concluir fácilmente que cualquier depredador lo bastante grande poseerá hábitos de carroñeo mucho más marcados que los de un depredador de nivel intermedio. (Packer, Scheel, & Pusey, 1990; Ruxton & Houston, 2003).

Sin embargo, los vertebrados especializados en la carroña por excelencia son los buitres. Para aclarar un detalle importante, nuestra expresión “buitre” hace referencia a dos linajes que han evolucionado paralelamente al interior del orden de los Accipitriformes, que también incluye a las demás aves rapaces diurnas como águilas, halcones, pájaros secretarios, águilas pescadoras, buitres del viejo mundo y buitres del nuevo mundo. Según el modelo taxonómico moderno, el ancestro de todas las rapaces diurnas probablemente fue un ave de presa con hábitos carroñeros facultativos, de los cuales se distinguiesen dos ramas principales, los que conllevarían al primer linaje de buitres y el linaje de las demás aves de presa. Los buitres del nuevo mundo se clasifican en la familia de catartidos “Cathartidae” que proviene de la palabra griega, limpiadores, porque los buitres hacen eso precisamente, limpiar los ecosistemas de las carcasas de mamíferos grandes muertos (Campbell, 2014, 2015; Ericson, 2012; Mahmood, 2015; Salthe, 2013; Seibold & Helbig, 1995).

El otro gran grupo de buitres evolucionó al interior del linaje de las aves de presa diurnas, siendo evolutivamente más cercanos a las águilas y halcones que a los buitres del nuevo mundo. Al interior de la familia Accipitridae de aves de presa diurnas, los buitres del viejo mundo han evolucionado varias veces de forma convergente y paralela, desde ancestros con hábitos duales de depredador y carroñero. Los linajes principales son Gypaetinae que son especies más cercanamente emparentadas con los halcones de tamaño medio de la subfamilia Perninae. Mientras que los demás grupos de buitres que no son monofiléticos tampoco están más cercanamente emparentados con las águilas verdaderas de la familia Aquilinae (Campbell, 2014, 2015; Ericson, 2012; Mahmood, 2015; Salthe, 2013; Seibold & Helbig, 1995).

Destinados a existir siendo feos. Los buitres del viejo mundo habitan en Eurasia y África, mientras que los del nuevo mundo habitan en las américas, el más grande es el cóndor de los Andes Vultur gryphus

Figura 52.  Destinados a existir siendo feos. Los buitres del viejo mundo habitan en Eurasia y África, mientras que los del nuevo mundo habitan en las américas, el más grande es el cóndor de los Andes Vultur gryphus

En resumen, los buitres han evolucionado varias veces desde un mismo grupo de aves semejantes para especializarse en el consumo de carne en descomposición, para ello han creado algunas adaptaciones importantes como la perdida de plumaje en la cabeza, que es su rasgo más distintivo. El hecho que como público general sepamos tan poco de los buitres y los veamos como una cosa aberrante y despreciable relata un aspecto importante de nuestra percepción y simbolización arbitraria de la naturaleza, las águilas se llevan toda la gloria como emblemas nacionales, de la guerra y la sabiduría militar, mientras que las palomas son un símbolo de belleza, paz y del espíritu humilde de Dios. Los buitres son considerados vividores aprovechados de la desgracia ajena, a pesar de que juegan un valor importante para los ecosistemas y para la vida humana.

La importancia del despreciado solo se hace evidente cuando desaparecen, sin el servicio de limpieza que realizan los buitres, las carcasas de los mamíferos muertos se acumulan en los ecosistemas, atrayendo a depredadores con hábitos oportunistas mucho más molestos como las ratas, artrópodos y perros salvajes, todos ellos con mayores probabilidades de transmitir enfermedades peligrosas a las sociedades humanas en específico. Esto se ha hecho evidente especialmente en la India donde muchas especies de buitres se encuentran en vías de extinción (Buechley & Sekercioglu, 2016; Demos, 2013; Kanaujia & Kushwaha, 2013; Ogada, Keesing, & Virani, 2012).

 Si bien los buitres y depredadores oportunistas se encargan de reciclar las carcasas grandes, los artrópodos y los microorganismos son quienes se encargan de limpiar hasta lo inorgánico que dejan los animales y plantas al morir. Los artrópodos son capaces de detectar la materia orgánica en descomposición como es el caso de las moscas, mientras que los hongos y las bacterias son quienes en última instancia permiten el reinicio de los ciclos biogeoquímicos desde los reservorios bióticos de regreso al suelo o directamente a los productores primarios por medio de relaciones simbióticas indirectas, o por medio de relaciones simbióticas directas como es el caso de las micorrizas (Alongi, 1994; Azam & Worden, 2004; Kuzyakov & Xu, 2013; Michener et al., 2001).

Si se hace un diagrama de las relaciones ecológicas de un ecosistema, se observará que la cantidad de relaciones desde todas las especies a los microorganismos descomponedores es mucho más relevante que las relaciones depredador presa que normalmente componen a estos diagramas en redes, lo cual implica que los microorganismos, a pesar de que no pueden ser vistos, son la base y fundamento real de todo ecosistema (Alongi, 1994; Azam & Worden, 2004; Kuzyakov & Xu, 2013; Michener et al., 2001).

La humilde mosca. La mosca común es un reciclador de materia orgánica muy importante, ya que esta sirve como base alimenticia de otros seres vivos.

Figura 53.  La humilde mosca. La mosca común es un reciclador de materia orgánica muy importante, ya que esta sirve como base alimenticia de otros seres vivos.

El principal asunto de los recicladores es el flujo de nutrientes de regreso a la base de las cadenas alimenticias que componen una red trófica. Un ejemplo de esto es el fosforo. El Fosforo es un biolemeneto fundamental, pues está presente en las proteínas, los fosfolípidos de membrana y en los ácidos nucleicos, sin fosforo no existiría la vida. Sin embargo, la mayor parte del fosforo en los ecosistemas se encuentra de forma inorgánica. El fosforo inorgánico es virtualmente inaccesible para la mayoría de las especies incluyendo a las bacterias, por eso es virtual que el fosforo de los seres vivos que mueren sea reintegrado a los ciclos biológicos y que no se pierda convirtiendo ene fosforo inorgánico. Otro ejemplo es el nitrógeno, aunque más del 70% de la atmósfera del planeta es nitrógeno gaseoso, la mayoría de las especies son incapaces de integrarlo a los ciclos biológicos, excepto algunas bacterias “integradores de biolementos que originalmente se encuentran de forma inorgánica”. Relaciones biológicas de organismos recicladores y descomponedores. En el suelo, estas especies son representadas principalmente hongos y bacterias, aunque muchos invertebrados como los anélidos y los nemátodos son valiosos en estos procesos.

Las especies integradoras se diferencian de las recicladoras o descomponedores en que los bioelementos que están convierten en parte de sistemas orgánicos se encontraban originalmente de forma inorgánica, el ejemplo típico son los quimiolitótrofos. Mientras que los recicladores y descomponedores simplemente mantienen en los ciclos biológicos biomoléculas de origen orgánico. Los organismos integradores debieron jugar un papel fundamental en el origen y expansión de la vida en la Tierra ya que en aquellos tiempos no había biomasa de la cual pudieran subsistir los seres vivos.

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