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El concepto de bioma está fuertemente asociado al de concepto de paisaje biogeográfico, los biomas terrestres se distinguen por su paisaje homogéneo, generado por un grupo de plantas dominantes de algún tipo. En los ecosistemas acuáticos esto no ocurre, no existen agrupaciones de vegetales que les den un paisaje determinado, en parte porque gran parte de su producción primaria depende de fotosintetizadores microscópicos.
Figura 1. Los océanos son los
ecosistemas acuáticos más importantes debido a su tamaño y profundidad. Ellos
regulan la temperatura de todo el planeta.
Más aún, algunos ecosistemas acuáticos hacen parte de biomas
terrestres como en las cosas, bajo el polo o los ríos que cruzan los paisajes
biogeográficos. Debido a que no hay paisaje, la clasificación de los
ecosistemas acuáticos depende de factores como la salinidad o la profundidad.
La salinidad es la medida de la concentración de sales inorgánicas disueltas en
el agua, lo cual afecta los sistemas de excreción de los organismos que en ella
habitan. La sal también afecta la presión parcial de oxígeno presente en el
agua. La profundidad también es un factor importante ya que el agua absorbe la
luz y por lo tanto afecta la penetración de los rayos de luz, el agua cercana a
la superficie tiene mayor potencial fotosintético que el agua de las grandes
profundidades. Al igual que en los ecosistemas terrestres, la disponibilidad de
minerales disueltos depende de la acción de los descomponedores y de los
aportes de la roca, ya sea sedimentaria del lecho o de la que fluye desde las
montañas. Otros factores abióticos determinantes son la temperatura, el pH y la
presencia de olas y corrientes subacuáticas. Los seres vivos de los sistemas
acuáticos se clasifican en tres categorías principales, plancton, necton y
bentos.
El plancton agrupa a seres vivos muy pequeños e inclusive
microscópicos. La mayoría de estos seres vivos permanece a merced de las corrientes,
siendo incapaces de nadar horizontalmente, aunque algunas pueden ascender y
descender de manera controlada.
El plancton tradicionalmente se ha subdividido en dos
categorías, el fitoplancton que se encarga de la producción primaria,
especialmente en los mares, y el zooplancton, consumidores primarios que se
alimentan del zooplancton y está compuesto por protozoos, artrópodos pequeños y
formas larvarias de numerosos animales más grandes. El necton está compuesto
por animales nadadores grandes como peces, tortugas y ballenas. El bentos está
compuesto animales que reptan por el lecho oceánico o que están fijos al
sustrato como los tunicados, las esponjas los equinodermos, los cangrejos,
caracoles entre otros.
Figura 2. A la izquierda, tenemos el
fitoplancton y a la derecha el zooplancton.
Los ecosistemas de agua dulce se los clasifica de acuerdo al
flujo de agua. De esta manera tenemos tres categorías, los ecosistemas de agua
corriente, los ecosistemas de agua estancada y los ecosistemas inundables. Cada
uno tiene su propio tipo de factores abióticos y organismos característicos.
Aunque los ecosistemas acuáticos ocupan una porción relativamente pequeña del
planeta “2% de la superficie”, ellos son importantes para el ciclo hídrico.
También son importantes para determinar el tipo de bioma que puede presentarse
en un clima. Por ejemplo, la presencia de un rio puede convertir a un desierto
en una selva tropical húmeda, lo cual altera de manera dramática la variedad de
flora y fauna.
Figura 3. Los ríos son la principal
fuente de agua dulce para muchos ecosistemas y comunidades humanas.
Aunque los grandes cuerpos de agua estancada como las y
lagunas son comparables en algunos aspectos a los océanos, en otros son
completamente diferentes. La profundidad del lago más profundo no puede compararse
ni siquiera con la del mar menos profundo. A parte de la profundidad existen
otros dos fenómenos que lo diferencian, en primera que el océano es un cuerpo
de agua salada, y el segundo más importante aún, es que el agua del océano no
está estancada. El océano es un cuerpo de agua en movimiento, en la superficie
por medio de poderosos vientos que generan olas, y en la profundidad por aun
más poderosas corrientes marionas que determinan el clima del planeta. Otro
aspecto que le da su movimiento a las aguas del océano es el empuje
gravitacional de la luna que crea olas y mareas. La inmensidad del océano ha
generado que los ecólogos lo subdividan en zonas ecológicas con su propia
biodiversidad y especies características.
Figura 4. Aunque el agua salada no se
puede consumir, el mar permite la navegación, un medio de transporte efectico
para comerciar grandes cantidades de mercancía, a demás de ofrecer recursos
marinos como carne de peces y crustáceos.
Los humedales están dominados por plantas vasculares que se
han adaptado al suelo saturado de agua. Existen cuatro tipos principales de
humedales: pantanos, zonas inundables, humedales de flujo permanente y ciénagas.
Los humedales son los ecosistemas naturales más productivos del mundo debido a
la proximidad del agua y el suelo. Por lo tanto, apoyan un gran número de
especies vegetales y animales. Debido a su productividad, los humedales se
convierten a menudo en tierra seca con diques y desagües y se utilizan para
fines agrícolas. La construcción de diques y represas tiene consecuencias
negativas para los humedales individuales y cuencas enteras. Su cercanía a
lagos y ríos significa que a menudo se desarrollan para el asentamiento humano.
Una vez que los asentamientos son construidos y protegidos por diques, los asentamientos
se vuelven posteriormente vulnerables al hundimiento de la tierra y cada vez
mayor riesgo de inundación. Hay humedales de agua salada y de agua dulce, por
lo que podemos encontrarlos en la costa de Louisiana alrededor de Nueva Orleans
vinculados al mar; en el delta del Danubio en Europa como tierras inundables de
un rio; y los humedales del Distrito de Bogotá en Colombia vinculados a
múltiples ríos pequeños que se vinculan a un rio grande, el rio Bogotá.
Figura 5. Por siglos los humedales y
pantanos fueron vistos como fuente de pestilencia, enfermedad y malos
espíritus, sin embargo son vitales para el mantenimiento de el equilibrio de
fuentes de agua, a demás de mantener a una gran biodiversidad.
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